Antonio Martínez, presidente de la Asociación Ecologista del Jarama ‘El Soto’, “Los ríos no son canales por donde se ‘pierde’ el agua, son fuentes de vida irreemplazables”

30/11/2016

María Vélez, Comunicación Línea Verde

info@lineaverdemunicipal.com

El río Jarama se encuentra en una grave situación de contaminación, tal y como podía leerse el pasado 21 de noviembre en el periódico El País. Distintas asociaciones ecologistas y seis ayuntamientos fueron los que denunciaron esta situación y este hecho fue el que dio lugar a la publicación. 

Desde Línea Verde hemos querido conocer más al detalle lo que ocurre con este afluente del Tajo y es por ello que hemos acudido al testimonio de Antonio Martínez, presidente de una organización que vela por la defensa y la preservación del medio ambiente en general y del Jarama en particular, la Asociación Ecologista del Jarama “El Soto”. 

Antonio nos cuenta que su implicación personal en la defensa ambiental se produjo en 1993-1994, alrededor de la resistencia social que surgió en el Sureste de Madrid contra una planta de tratamiento de basuras que se quiso implantar en la Comarca del Bajo Jarama.

De aquella experiencia se habló, según explica, en numerosas informaciones  sobre instalaciones de alto riesgo sanitario o medioambiental, que demostraban la injusta especialización del territorio de la Comunidad de Madrid, de acuerdo al perfil económico de sus habitantes.

En 1994, él, junto con un grupo de técnicos de medio ambiente que trabajaban en varios ayuntamientos de la Comarca (San Fernando de Henares, Rivas Vaciamadrid, etc.), y otros ciudadanos, decidieron constituir la Asociación Ecologista del Jarama "El Soto" y participar en la génesis de la creación del espacio protegido Parque Regional del Sureste. A partir de ese momento iniciaron el trabajo organizado que les ha traído hasta esta última etapa, más especializada, más selectiva en los objetivos, y con una carga de experiencias y de información que no tenían, dice, en los primeros momentos.




Tal y como nos hemos informado a través del periódico El País, diversas asociaciones ecologistas y seis ayuntamientos han denunciado la contaminación de uno de los principales afluentes del Tajo, el río Jarama. Ustedes, que constituyen una asociación ecologista cuyo objetivo prioritario es la promoción y defensa del entorno natural el Parque Regional del Sureste de la Comunidad de Madrid y la cuenca del río Jarama, ¿pueden darnos su opinión acerca de lo que ocurre actualmente en torno a este río? 

El Jarama es uno de los ríos más contaminados de España. Esta situación tiene que ver con su condición de desagüe de una de las regiones más densas, urbanizadas e industrializadas. A este escenario se añade la falta de voluntad política para atajar el grave problema ambiental y sanitario por parte de quienes dirigen las administraciones encargadas de cumplir la Directiva de Aguas o los más elementales criterios de respeto ambiental.

Tenemos entendido que hace semanas que se forman acumulaciones de espuma en la Presa del Rey porque el agua no se depura bien y hay vertidos industriales, ¿saben si es esto cierto? 

Hay vertidos industriales a lo largo del Jarama y del Henares, algunos ilegales desde hace décadas,  como es el caso del polígono industrial de Paracuellos del Jarama. Hay vertidos de aguas fecales directamente al río, un ejemplo es el de la urbanización de Vallequillas en San Martín de la Vega. La mejor evidencia de que se producen vertidos industriales directamente, o deficientemente tratados, es la alta concentración de algunos metales pesados. En internet se encuentran decenas de estudios de investigación que así lo demuestran. 
 
La contaminación del Jarama no es tan sólo una inaceptable agresión al entorno natural y al patrimonio fluvial, sino que se trata de una situación de alto riesgo sanitario. Sin ningún tratamiento previo,  las aguas del Jarama y Manzanares se utilizan para regar miles de hectáreas de las ricas tierras agrícolas del Sur de la Comunidad de Madrid y de Toledo. Se trata de aguas fuertemente contaminadas por sustancias de riesgo cancerígeno que no son biodegradables, como algunos de los metales pesados, que están presentes en altas concentraciones. 

Según hemos podido conocer a través de la noticia mencionada, el río no cuenta con un sistema de saneamiento diferenciado para aguas pluviales y fecales, por lo que ambas se mezclan en el mismo recorrido. ¿Qué opinión les merece este hecho y qué medida consideran que debería tomarse al respecto? 

Salvo algún caso, la mayoría de las estaciones de tratamiento, las EDAR,  que el Canal de Isabel II gestiona en la Comunidad de Madrid, producen una depuración muy deficiente de la red de saneamiento. No sólo porque en estas redes se mezclan las aguas pluviales, y los vertidos industriales y urbanos, y no se puede hacer un tratamiento diferenciado para separar metales pesados, sino también porque en la mayoría de los casos se trata de tecnologías obsoletas o insuficientes para alcanzar una calidad relevante. Por otro lado el río tiene una contaminación crónica acumulada en el fondo tras décadas de recibir vertidos, especialmente en las presas y azudes, como las de Berrocales, Porcal, etc. Estas sustancias se liberan periódicamente y se incorporan a la corriente del río en momentos de crecidas. El Canal de Isabel II ha recibido en el pasado diversas sanciones económicas por la deficiente depuración de algunas EDAR.

Sabemos que, a pesar de que muchos ecologistas hacéis labores de limpieza, éstas no son suficientes para abarcar un río que discurre a lo largo de kilómetros y que, con cada gran lluvia o vertido industrial, vuelve a empeorar. ¿Se han sumado ustedes en muchas ocasiones a estas labores de limpieza? Y, aunque sean deficientes, ¿anima a otras organizaciones y ciudadanos de a pie a formar parte de las mismas para poner su granito de arena?

Nuestras limpiezas son siempre simbólicas, pretenden llamar la atención sobre el abandono que soporta el río por parte de las instituciones. Quienes pueden sanear el río son aquellos que tienen recursos y competencias: la Confederación Hidrográfica del Tajo o la Consejería de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid. Todo el tramo bajo del Jarama forma parte del espacio protegido del Parque Regional del Sureste. 

Nosotros animamos a los ciudadanos a defender su derecho a disfrutar de ríos limpios, saneados, con caudales. Es un derecho reconocido en nuestras leyes y en las Directivas de la Comunidad Europea. Son los ciudadanos con su conciencia y con sus actos quienes pueden presionar a las instituciones a las que hemos encomendado la obligación de cuidar del patrimonio fluvial que es de todos, y de paso cumplir y respetar las leyes que aprueban o suscriben en Europa. Los ríos no son canales por donde se “pierde” el agua, son fuentes de vida irremplazables.

¿Qué medidas considera que podemos adoptar en general los ciudadanos para que este caos ambiental pueda ir resolviéndose? Y, por parte de las empresas y de la administración, ¿qué considera que debe hacerse? 

Los ciudadanos tenemos que acelerar la toma de conciencia y buscar un espacio de compromiso. No tenemos tiempo, no sólo por el cambio climático que ya está modificando muchos vectores de nuestra calidad de vida, también porque la degradación de muchos parajes y recursos ya es irreversible o puede serlo a corto plazo. Los ríos de la Comunidad de Madrid son un ejemplo clamoroso. 

Las empresas tienen que comprender que no hay actividad con futuro si no es sostenible ambientalmente, no puede haber negocio a cualquier precio. El sector de la minería de áridos, que tanto daño produjo en el pasado en el valle del Jarama, acabó por entender, en parte, este principio de supervivencia.

Las administraciones tienen que cambiar de prioridades, además de cumplir las leyes. Hemos llegado a un punto en el que las principales amenazas a los ríos madrileños proceden de las administraciones. Desde los peces exóticos que sueltan en las cabeceras de los ríos hasta el absoluto desinterés que manifiestan por las denuncias que reciben sobre agresiones al dominio público, pasando por una ausencia casi total de una elemental guardería fluvial. Gran parte de nuestra actividad,  como asociación dedicada a la defensa y promoción del medio ambiente,  se dirige a exigir a la Administración que cumpla con la legislación. Es bastante esclarecedor el papel de la administración, dedicada casi en exclusiva a gestionar un “recurso”, el agua, al servicio de su explotación dentro de un modelo de crecimiento insostenible. Es inaceptable que una administración como la Confederación Hidrográfica del Tajo llegue a publicar, en la fase previa del Plan Hidrológico de la Cuenca del Tajo que parte de los ríos Jarama, Henares o Manzanares, que no serán recuperados, que se incumple flagrantemente los plazos y objetivos de la Directiva de Aguas y que sus aguas no son aptas prácticamente para ningún uso, a pesar de lo cual no tienen escrúpulos en facilitarlas para el riego de hortalizas de consumo. 

Tal y como hemos leído en su web, conforman ustedes una asociación con fuertes estatutos recogidos, entre los que se encuentra la difusión de iniciativas y proyectos encaminados a mejorar y recuperar los espacios naturales de la zona. ¿Pueden poner ejemplos de alguna de esas iniciativas? 

Participar en reforestaciones, presentar denuncias, proponer medidas de regeneración de lagunas o cambios en la ordenación de usos como la caza o las graveras, etc. Recientemente estamos participando en el censo de presiones que soporta el Jarama. Llevamos censadas más de setecientas y se pueden ver en una aplicación cartográfica

¿Podrían decirnos con qué instituciones y entidades asociativas y privadas colaboran para difundir los valores que definen a vuestra Asociación?

Colaboramos habitualmente con otras entidades y ONGs. Participamos en Jarama Vivo junto a otros colectivos, como ARBA, GRAMA, también con Ecologistas en Acción. En momentos puntuales hemos colaborado con ayuntamientos, de hecho Jarama Vivo, en sus orígenes, era un escenario de trabajo compartido con ayuntamientos del tramo bajo del Jarama. También hemos colaborado puntualmente con algunas empresas privadas en jornadas o en la recuperación de espacios lagunares como reserva de aves acuáticas. 

Antonio Martínez, presidente de la Asociación Ecologista del Jarama ‘El Soto’ / María Vélez, Comunicación Línea Verde

Cerrar [X]Uso de cookies

Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios y recopilar datos estadísticos sobre hábitos de navegación. El uso de cookies es necesario para la notificación de incidencias. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Puede obtener más información, o bien conocer cómo cambiar la configuración, en nuestra Política de cookies